Ciudad de México cuenta con algunos edificios que han pasado a estar abandonados dejando atrás miles de historias y recuerdos. Conocer estos lugares es conocer mejor la historia de Ciudad de México.
El Cine Ópera fue uno de los cines más grandes de la ciudad, inaugurado en 1949 durante la etapa dorada del cine mexicano, está presidido por dos enormes esculturas que representan la comedia y la tragedia. Este cine también ha servido como sala de conciertos. Aunque sus proyectores dejaran de funcionar hace años, este cine sigue sirviendo para rodar videoclips y películas.
La Posada del Sol además de por su espectacular edificio es famoso por la leyenda que lo rodea: el arquitecto Fernando Saldaña Galván volcó todos sus esfuerzos en la construcción de este hotel hasta tal punto que llegó a enloquecer, se suicidó colgándose en el patio, después de maldecir el edificio. Desde entonces han surgido distintas historias relacionadas con fantasmas, sacrificios y desapariciones.
Otro lugar emblemático en el que ya no hay actividad, esta vez con una historia mucho menos trágica, es el balneario y parque temático Atlantis, que durante los años 80 y 90 fue el lugar de recreo por excelencia en Ciudad de México. A día de hoy, sus enormes toboganes y sus atracciones son solo el recuerdo de toda la diversión que ha regalado este parque.
Aunque estos lugares han dejado de prestar actividad, forman parte de la historia reciente de la ciudad y esconden un halo de magia y misterio digno de conocer.