Si existe un lugar dónde verdaderamente escuchar el auténtico sonido de la guitarra, la vihuela y el guitarrón, esa es la plaza Garibaldi. Las serenatas más clásicas, como “El son de la negra” o “Guadalajara”, suenan de día y de noche en la popularmente conocida como “plaza de los mariachis”.
Todo ello bajo la atenta mirada de las grandes figuras de la canción mexicana. Las estatuas de Lola Beltrán, Pedro Infante, José Alfredo Jiménez y Javier Solís rinden homenaje a los cantantes más ilustres. Algunas de sus películas más famosas fueron rodadas en este lugar.
En 1830, la apertura de diferentes locales de pulque y tequila popularizaron la zona como refugio del folklore y el ambiente popular. Desde entonces, este Garibaldi siempre ha sido punto de encuentro entre mariachis y amantes de la música en directo.
La plaza Garibaldi es el lugar ideal para disfrutar de la noche mexicana: música en directo, un buen mezcal y lo mejor de la gastronomía local. Sin embargo, la oferta de ocio y cultura es mucho más completa y en las calles de alrededor puede visitarse la escuela del Mariachi, el Museo del Tequila y un cine al aire libre.
Cómo llegar:
La plaza Garibaldi está situada en la parte centro norte del centro histórico, en el barrio de la Lagunilla.
La parada Nº 2 (Garibaldi) de la ruta Basílica está situada en este punto.