Los dulces son la ofrenda más esperada que no puede faltar en el altar del día de los Muertos. En cada casa las flores acompañan las velas, que alumbran las imágenes de los familiares más queridos. Y junto a ellos, la deseada repostería.
Los dulces del Día de los Muertos solamente se elaboran para celebrar este día. Se emplean principalmente productos de temporada y por eso la calabaza es uno de los ingredientes estrella. Cuando se hierve con piloncillo, guayaba y canela en rama se consigue el delicioso dulce de calabaza.
Otras recetas se elaboran con los símbolos más representativos de esta celebración, como las calaveras. Las calaveritas de azúcar y chocolate se decoran con flores y frutas de diferentes sabores y colores.
El pan de muerto también tiene forma de cráneo. Es uno de los dulces más tradicionales y cada región tiene su propia elaboración, aunque la más extendida consiste en un pan redondo con dos ramitas en cruz que representan los huesos.
El Día de los Muertos una bella tradición mexicana que conmemora la memoria de los difuntos durante los días 1 y 2 de noviembre. Fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008 y cada año atrae a miles de turistas a la ciudad.
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